Un ortopedista ofrece una amplia gama de tratamientos que incluyen terapias no quirúrgicas como fisioterapia, medicamentos para el dolor y antiinflamatorios, y tratamientos quirúrgicos como la artroscopia, cirugía de reemplazo articular, y cirugía de mínima invasión para problemas del pie y tobillo, entre otros.

La cirugía mínimamente invasiva es un tipo de procedimiento quirúrgico que utiliza pequeñas incisiones en lugar de grandes cortes. Los beneficios incluyen menos dolor postoperatorio, menor tiempo de recuperación, menos cicatrices y un menor riesgo de complicaciones en comparación con la cirugía tradicional.

Para prevenir lesiones, es importante mantener un peso saludable, realizar ejercicios regularmente para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones, usar el equipo adecuado durante las actividades deportivas, y evitar movimientos repetitivos que puedan causar tensión en las articulaciones. También es fundamental realizar un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.

El tiempo de recuperación varía dependiendo del tipo de cirugía y de cada paciente. En general, las cirugías mínimamente invasivas tienen tiempos de recuperación más cortos, que pueden ir desde unas pocas semanas hasta unos meses. Las cirugías más complejas, como las de reemplazo articular, pueden requerir un período de recuperación más prolongado. Es importante seguir las indicaciones del ortopedista y realizar la rehabilitación adecuada para asegurar una recuperación óptima.